Publicado el 28/02/2021

De viaje por la nostalgia

Una aventura por páramos helados, bosques y desiertos en busca de la Isla Cobra

Es probable que a los más jóvenes no les suene el nombre del juego del que voy a hablaros, ya que sus orígenes se sitúan en los años 80. Su título original es “En Busca del Imperio Cobra”, y nació del talento de Pepe Pineda e Isidre Monés. Está contemplado dentro de la categoría de lo que llamamos juegos familiares juveniles. La historia es sencilla de explicar; usando un aventurero en forma de meeple blanco, verde o amarillo tienes que reunir una serie de cartas, que te permitirán superar las pruebas del oráculo que descubrirás en tu territorio. Claro que si te va más ser la malvada reina cobra que da nombre al juego, puedes elegir llevar a sus huestes, con el fin de derrotar a los jugadores y evitar que roben “La Gran Cobra”, una joya con un valor incalculable.

Se puede jugar con los peques de la casa sin problema, aunque es aconsejable que sepan leer bien para que puedan entender qué misión o beneficio aparece en la carta que irán robando si sacan la tirada adecuada. Además, el tiempo de juego en sí no es excesivo, pudiendo lograr el objetivo en unos 45 minutos, a no ser que el jugador que lleva a “los malos”, tenga una suerte fuera de lo normal con dados y cartas (todos conocemos a uno así, ¿verdad?).

Debo reconocer que este fue uno de los primeros juegos de tablero que usé hasta desgastar las fichas originales de cartón. A cambio me proporcionó decenas de horas de diversión y ahora, al jugarlo con hijos o sobrinos, hace que esa nostalgia que siento se torne en ilusión, permitiéndome volver a encontrarme con ese niño que, con la imaginación por bandera, vivía enormes aventuras por parajes extraños y rodeado de bestias mitológicas. Por cierto, si tienes ganas de probarlo, la empresa sacó una reedición en 2015, pero no es de buena calidad. Te recomiendo buscar uno original o investigar en Internet, ya que existen opciones “print & play”.