Seguimos esta serie de artículos (si te perdiste la primera entrega donde explicamos de qué van, aquí la tienes) con “Los viajes de Marco Polo”. Un juego publicado en español por Devir para 2-4 jugadores, con una duración estimada de 40-100 minutos y una edad recomendada de +14.
Y es que claro, ¿Quién no quiere ser explorador o descubridor? ¿Conocer un sin fin de maravillas? ¿Acompañar a Marco Polo en sus viajes? ¿Es cierto todo lo que se cuenta sobre él o está un pelín adornado? Sigue leyendo y descubre cosas que quizá no sepas sobre este famoso personaje histórico.
Marco Polo dio a conocer en la Europa Medieval las tierras y civilizaciones del Asia central y China, bueno, en realidad fue Rustichello da Pisa que fue quien escribió “Il Milione”, conocido en español como “Los viajes de Marco Polo” recogiendo los relatos que le dictaba Marco Polo desde la celda en la que ambos estaban prisioneros después de una batalla naval en el Mediterráneo entre genoveses y venecianos en la que Marco Polo hacía de capitán de fragata en 1298.
Si decimos que Colón descubrió América gracias a Marco Polo en realidad no faltamos del todo a la verdad ya que se sabe a ciencia cierta que el genovés poseía un ejemplar de “Il Milione” cuidadosamente anotado como si de una guía de viaje se tratase, normal por otra parte no olvidemos que el bueno de Cristobal pretendía viajar a las Indias… pero dejemos a Colón tranquilo que nos da para otro artículo.
Marco Polo nació en Venecia en 1254 en una familia acomodada de mercaderes, en el primer viaje a China de su padre, que duró nueve años, Marco perdió a su madre y dos años después del regreso del padre partió con él en el segundo viaje de este. Los viajes como podéis imaginar por aquel entonces no eran lo que son ahora, este viajecito de Marco Polo duró nada más y nada menos que 24 años. Tardó 4 años en llegar a la corte China y es que claro en el camino se había dado una vueltecita por Galilea occidental donde se había reunido con el Papa Gregorio X que tenía unas cartas para el emperador Kublai Kan y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid se las dió para que se las entregaran. Montar una caravana de este tipo en aquella época no era moco de pavo y como podéis ver los contactos que se gastaba nuestro amigo Marco Polo eran de lo más top.
En 1275 llega a la corte de Kublai Kan, podemos imaginarnos al emperador diciendo “Ya era hora Marco Polo…” y hacen tan buenas migas que el emperador le nombra “Micer” (señor), le convierte en informante y embajador del emperador y le encarga algunas “misioncitas” de nada como inspeccionar el estado de sus dominios en el Tibet y Yunnan.
Después de 17 años en la corte china y de arriba a abajo haciendo encargos el emperador les solicita escoltar a su hija la princesa Kokachin hasta Persia donde esta se va a casar con su prometido, el príncipe de persia (uy, como el videojuego) Argún. Es en este viaje donde Marco Polo recorre la famosa “Ruta de la seda”. Con tantas experiencias no es extraño que los conocimientos de Marco Polo llegaran a considerarse una enciclopedia universal.
Pero claro, no os penséis que Marco Polo simplemente viajaba por placer, sus riquezas y sus objetos mercadeados, considerados de la mayor exclusividad, oscilaban entre los diamantes y rubíes de pureza y tamaño sin par, metales preciosos, ámbar, aceite mineral, incienso, índigo, especias, frutos, caza y pesca, entre otros.
Después de este viaje de escolta, Marco Polo decide partir de territorio Mongol en 1292 y tras tres años de viaje llega a Venecia donde se casa con Donata Badoér, tiene tres hijas y se dedica a lo que mejor saber hacer, mercadear y política.
Y todo esto contado desde los propios labios de Marco Polo, pero… ¿es verdad? pues he ahí el quid de la cuestión porque su nombre no aparece en ni un solo registro histórico chino o mongol y ya sabemos como son los chinos para esto… lo tienen todo anotadito. Cabe la posibilidad de que Marco Polo adquiriera toda esa información en documentos a los que tuvieron acceso tanto él como su padre y su tío a lo largo del viaje. También corre el rumor de que su familia, en su lecho de muerte le pidió que rectificase la historia, a lo que él contestó :”¡Solo he contado la mitad de lo que verdaderamente vi!”. Así que serás tú el/la que tenga que decidir si seguir creyendo en la historia de Marco Polo, sentimos no poder ayudarte más